Prólogo Parte Uno
- Jocelin Alma Betzabe Zavala Valdez García
- 2 dic 2021
- 8 Min. de lectura
Todo comenzó el día aquel en donde el trío de chicas tuvo la magnífica idea de hacer una pijamada, al fin y al cabo se graduarían el siguiente mes. Todas tenían algunos planes más distintos que otras, pero querían seguir formando esta amistad entre las tres.
--Una pijamada...suena bien..nunca fui a una-- dijo Joss.
--¿De verdad?, bueno no he ido a muchas pero se que son asombrosas. Tienes comida de montón,películas,revistas de consejos para hablarle a tu crush,cosas como esas-- Mencionó Betz.
--Cursilerias....si me gusta la idea, hagamos una -- Abrazo Alex a las más jóvenes (por un año solamente)
Las tres chicas siguieron su camino por la entrada de la secundaria en Londres, a donde las tres asistían a su tercer año escolar.
La decisión estaba tomada,las tres chicas y una pijamada. Joss estaba feliz porque esta sería la primera vez que estaría en una. Alex estaba planeando una sorpresa, una idea que su mamá le había dado para que la diversión en esa noche aumentara. Y Betz, bueno... Ella cocinaba de nuevo, era la tercera ronda de panquecitos que se le quemaban y estaba empezando a desesperarse.
Alrededor de las 6:00 de la tarde cuando sus mochilas estaban listas y Joss y Betz se habían despedido de sus respectivas familias, ambas chicas se encontraron después de dos manzanas y caminaron juntas hasta la casa de Alex. Aunque Betz iba lenta con una maleta en vez de mochilas, la emoción la había convencido de que entre más bocadillos mejor.
--Entonces, ¿también trajiste libros?-- preguntó Betz a Joss, que le daba un largo listado de lo que ella con emoción había guardado en su mochila.
--Si,me gustaría que juntas termináramos de leer Harry Potter, últimamente la magia de los momentos me rodea-- Respondió Joss y ambas rieron.
Al poco tiempo estaban frente a la casa de Alex quien las esperaba afuera.
--Bueno mi mamá acaba de darme un kit completo para acampar juntas. Dijo que no debemos irnos tan lejos, pero las tres sabemos que juntas somos fuertes, así que pensé que podríamos ir al bosque, hacer algo más interesante. Nos quedaremos cerca del camino de regreso a casa pero podemos acampar allá-- Sonrió Alex mientras tomaba otra maleta y una mochila para empezar a caminar.
Las otras dos chicas se miraron entre sí y Joss fue la primera en caminar detrás de Alex. Betz miró la casa de Alex y luego a las chicas. Imágenes de los últimos episodios de su serie favorita sobre asesinos seriales llegaron a su mente y pasó saliva nerviosa antes de dar el paso para seguir a las demás mientras tarareaba una canción de su banda favorita.
--¿Esa es la nueva canción de Fifth Harmony?--Preguntó Joss mientras miraba divertida a Betz.
--Si, se llama Sledgehammer, ¿quieres que te la cante?--Contestó Betz con una gran sonrisa
--Adelante mujer, nosotras te seguimos--Dijo Alex
Así las tres chicas comenzaron a cantar a todo pulmón, mientras buscaban el mejor lugar para instalarse. Después de unos minutos, encontraron un área no tan lejos del camino, justo a lado de un pequeño arroyo que podría adormilar a cualquiera con el sonido del agua corriendo.
--Creo que este es el lugar indicado--Dijo Alex inspeccionando el espacio--Comencemos a armar las casas de campaña.
--¿Están seguras que es un buen sitio?--Dijo Betz con tono nervioso--Saben bien que no se nadar, ¿y si ruedo y termino cayendo al arroyo? No quiero morir ahogada
--No va a pasar nada Betz, prometo que te cuidaremos y evitaremos tu muerte inminente- Contestó Joss intentando tranquilizar a la chica.
--Miren, el arroyo no es muy profundo y la corriente tampoco es muy fuerte, pero si quieres estar más segura puedo ir a buscar palos para bordear la casa de campaña--Comentó Alex mientras miraba a su alrededor buscando un camino seguro para ir en busca de la madera-- De todas formas la vamos a ocupar si queremos asar los malvaviscos.--
--Mira Betz, Alex tiene razón, podemos poner protecciones. Además, si caes al arroyo lo peor que te puede pasar es que termines toda mojada. De ahí lo único que debemos hacer es rezar al cielo para que no haga tanto frío y no mueras de hipotermia- Soltó Joss sin pensar.
--Que gran ayuda la tuya-- Dijo Alex mientras miraba mal a la chica
--Perdón, ya saben que siempre se me sale decir las cosas- Contestó Joss apenada- Es más Betz, si quieres te puedes dormir conmigo y así estarás más segura.
--Eso suena bien-- Comentó Betz mientras intentaba no pensar en las mil maneras en las que podría morir esa noche.
Después de esto, las tres chicas se pusieron manos a la obra intentando descifrar cómo demonios se construían las casas de campaña. Alex fué la que más tuvo éxito, ya que después de 5 minutos tenía la casa en pie y bien firme al suelo. Joss y Betz intentaron con mucho esfuerzo levantar la suya, pero fracasaron rotundamente. Y cuando Joss estaba a punto de lograrlo y entrar a revisar si todo estaba bien, la casa termino atrapandola.
-- ¿Necesitan ayuda?-- dijo Alex intentando contener la risa al ver a Joss cubierta de la tela de la casa y una de las varillas levantada cuando debería estar anclada al suelo.
--Por eso dormiré con Alex, que amable Joss-- Sonrió Betz metiendo sus cosas a la casa de Alex.
--Genial, ahora parezco Gasparin-- Dijo Joss molesta mientras intentaba zafarse de la casa.
--Si te sigues moviendo menos vamos a poder ayudarte, asi que por favor,quieta-- La miro Betz mientras trataba de sostener sus hombros para que su amiga dejara de moverse.
--Están viendo que la niña es bien hiperactiva y le dicen quieta- Contestó Joss-- Pero está bien, ya no me muevo.
--A ver, Betz ayudame con esa esquina--Dijo Alex quitando una de las varillas para que no le pique el ojo a nadie.
Mientras Betz y Alex estaban sacando a Joss de la casa de acampar, la noche comenzó a llegar, y con ella un par de miedos más sumados a la lista de Betz que se había distraído al escuchar algo.
--¿Sabían que la gente le habla de cosas personales a su futuro asesino para que no la maten? Bueno me llamo Betz y tengo 14 años ,me gusta el morado y si estoy nerviosa no puedo dejar de hablar-- Las miro solo por unos segundos antes de mirar detrás de Alex.--Escuche algo-- susurro Betz
--¿A qué te refieres Betz?-- Preguntó Joss mientras se libraba de la casa
--Miren pondré mientras la fogata, porque después no podré ver nada. Y escuchar ruidos es normal Betz, estamos en el bosque, hay animales e insectos-- dijo señalando a unos venados al otro lado del arroyo.-- Así que no tienen de qué preocuparse
--Yo solo quiero aclarar que si aparece Voldemort chupando la sangre de un unicornio yo me largo. No pienso arriesgarme a que me haga lo mismo a mi y terminar hecha una pasita-- Sentenció Joss
--Nadie va a chupar la sangre de nadie, tranquilas-- Contestó Alex logrando por fin que la fogata encendiera.-- Wuuuuuuuuu se hizo la luz mi gente, ya podemos sacar los bombones, las galletas y el chocolate-- Agregó bastante entusiasmada
-- Y aquí es donde entro yo-- Dijo Betz mientras movía la maleta que llevaba junto al fuego-- Asalté la dulcería de la esquina de mi casa y me traje todo lo que pude.
--Bueno entonces comencemos, por que el empacho no llega solo--Comento Alex de manera sarcástica y preparó los emparedados de malvavisco, chocolate y galletas-- Oye Betz, ¿ocupas ayuda?-- preguntó mientras miraba de reojo a Betz que estaba algo distraída.
La chica una vez más estaba viendo alrededor, parecía loca pero había escuchado algo. En su mente una vez más busco algún sonido similar, pero su voz interior y la poca información sobre documentales de crímenes le decían que ese sonido era causado por algo más pesado que una pezuña pequeña como la de los venados de enfrente. La voz de las chicas llamándola empezó a ser más clara para ella mientras las miraba perpleja.
--Betz, ¿me darás esa galleta o las quieres sólo para ti?-- La miró Joss con una pequeña sonrisa tratando de descifrar qué era lo que le pasaba a su amiga.
--Serán para todas--Comento Alex mientras le daba un postre a cada una y pensaba en algo para calmar la tensión-- Les gustaría que ponga algo de música?Hay una bocina en mi mochila, pueden conectar el celular.
--Si, serán..para todas--Contestó Betz un poco aturdida-- Si Alex yo...tengo eso listo..--
Aquel sonido volvió y la hizo levantarse en seguida. Esta vez todas parecieron escucharlo pues estaban levantadas juntas y mirando a todos lados.
--¿Tenemos lobos en Londres? -- Preguntó Betz
--¿Lobos? No que yo sepa.-Respondió Joss con mirada pensativa y el corazón al mil. Buscaba en su mente alguna información relacionada a la fauna del país, pero no recordaba algo sobre lobos.
--Por esta zona no debería de haber lobos, es una reserva natural para los venados de cola blanca, pero ese ruido no era de un venado.-Respondió Alex mirando alrededor para saber de dónde venía el ruido, mientras escuchaba como los venados se alejaban rápidamente.
Escucharon un gruñido, al parecer al animal no le gustaba ser confundido con un tierno venado de cola blanca. Las tres se juntaron más antes de comenzar a caminar hacia atrás cuando un segundo gruñido se escuchó al frente de ellas.
--Genial, me convertiré en un pedazo de bistec para un animal salvaje- Bromeó Joss para ocultar el miedo que sentía.
Betz esta vez fue la primera en tratar de ver qué era exactamente aquello que tanto las aterraba. Entorno los ojos y lo vió: un chico…..un chico a medio vestir cayó de unos arbustos, el cual hizo gritar a las demás y a Betz la hizo alejarse de nuevo. Con cada paso lejos de aquel lado oscuro del bosque un ser que Betz no quería ver daba un paso hacia ella y se hacía cada vez más grande.
-¡Betz!, no te alejes mucho-- Dijo Alex mientras miraba las heridas profundas del joven-- Es algo más grande que nosotras, un lobo no deja esas marcas…-- Avanzó preocupada en dirección al bosque.
--Ammm Alex yo…. -- Betz dió unos pasos más antes de sentir un dolor punzante en su espalda, cayó al suelo sintiendo la pesadez sobre su cuerpo ,quiso hablar más para que sus amigas corrieran pero le costaba tanto como mantener sus ojos abiertos.
--Beeeeeetz-- Gritaron Alex y Joss antes de quedarse pasmadas y observar qué era lo que había atacado a su amiga.
Saliendo de la oscuridad venía un hombre. Más bien, algo que parecía ser un hombre. Se acercaba lentamente, con los ojos de color rojo y colmillos enormes. En las manos tenía garras, como las de un animal. Tenía una expresión seria y las gotas de sangre caían de sus dedos, mientras la luna llena de esa noche resplandecía sobre el bosque.
-- Mierda-- Dijo Joss-- Mierda, mierda, mierda.
--¡Joce! Ayudame con Betz-- Comentó Alex con un tono de voz tembloroso, mientras intentaba alejar a Betz de aquel hombre--Mira, no me da gracia que nos estes asustando de esa manera ¿Quién te crees que eres?- Gritó molesta Alex dirigiéndose al hombre.
--Si bueno, no creo que esa sea una buena pregunta Alex. Tiene garras, colmillos y una mirada que dice “Voy a matarlas y nadie en 5 km a la redonda las va escuchar”- Dijo Joss mirando preocupada a su amiga.
--La chica tiene razón- Dijo el “hombre” misterioso-- No creo que se encuentren en posición de gritarme.
-- ¿Qué es lo que quieres?-- preguntó Alex tratando de no entrar en pánico mientras sostenía a Betz por un brazo.
--Solo quiero sobrevivir-- Contestó el hombre antes de lanzarse contra las chicas.
Alex y Joss intentaron correr mientras cargaban a Betz. Pero todo fue en vano. Las tres chicas cayeron al suelo después de ser empujadas por el hombre. Betz lanzó un quejido, Alex rodó hasta chocar con un árbol y Joss salió disparada hacia un arbusto.
El hombre se acercó primero a Joss. La tomó del cuello hasta acercarla a su cara.
--Veo que eres una chica lista-- Dijo casi en un susurro-- Serás de gran ayuda.
El hombre encajó sus garras en el abdomen de la chica. Joss gritó por el dolor y comenzó a sentir el calor subir por su cuerpo. El hombre abrió la boca mostrando los colmillos, era obvio que iba a morderla. Un momento después ambos terminaron en el suelo. Alma se había recuperado del golpe contra el árbol y se había lanzado contra el hombre. Ahora se encontraba en el suelo, con el tipo encima de ella.
--En algún momento lo entenderán--Dijo el hombre tratando de sonar amable-- Algún día me lo agradecerán.
Momentos después el grito de Alex se escuchó por todo el bosque. El hombre le había mordido el hombro. Cuando se separó de la chica la sangre escurría de sus colmillos.
De la nada, una flecha pasó rozando la cabeza del hombre. Lo siguiente sucedió como en cámara lenta: varios hombres aparecieron de la nada con arcos, armas y un sinfín de cosas extrañas. Entre todos intentaron darle al atacante, pero este fué mas listo y escapó. Uno de los hombres se acercó a Alex y revisó su pulso.
--Sigue viva, revisen a las otras dos-- Ordenó-- Estarás bien.
--Mis amigas-- dijo Alex con voz débil-- Necesitan ayuda.
--Estarán bien, nos aseguraremos de eso-- Contestó el hombre.
Lo siguiente que recordó la chica fue sumirse en una oscuridad infinita.












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